Una proteína hidrolizada es aquella que ha sido descompuesta en fragmentos más pequeños, llamados péptidos, a través de un proceso conocido como hidrólisis. Este proceso se realiza mediante la adición de agua y enzimas específicas que rompen los enlaces químicos de la proteína original. Estas proteínas hidrolizadas son muy populares en la industria de suplementos deportivos, ya que se absorben fácilmente y proporcionan aminoácidos de forma rápida al organismo. Además, su hidrólisis facilita la digestión y reduce la posibilidad de intolerancia o alergias a la proteína. Por todo esto, las proteínas hidrolizadas son una excelente opción para ayudar en la recuperación muscular después del ejercicio intenso.